SKYFOLD Crónicas del Viento Alisio

Vientos Alisios

Un viaje de viento, memoria y regreso. Eres Tanausú, un joven canario que vive lejos de su tierra natal. Aunque tu cuerpo habita la península, tu alma siempre ha estado anclada a las islas, unida por un lazo invisible: los alisios, esos vientos suaves que traen consigo el olor del mar, el canto del volcán, el murmullo de los barrancos.

Una noche cualquiera, el mundo se detiene.
El aire se espesa.
El silencio lo envuelve todo.
Y entonces, algo cambia.

Los vientos han cesado. Los lazos que te mantenían conectado con tu hogar se han desvanecido. En medio de un sueño vívido y profundo, una figura de bruma y susurros se manifiesta: Alisio, antiguo dios canario del viento, guardián de la armonía celeste.
Tanausú, hijo del viento... Los alisios se han roto. La tierra que te vio nacer ha quedado a la deriva. La brisa se ha dormido, y con ella, los recuerdos. Solo tú puedes restaurar el equilibrio.

Pero para cumplir este destino, no puedes seguir siendo humano. Para cruzar el cielo y despertar su latido, debes renunciar al peso, dejar atrás la forma, y convertirte en un avión de papel, frágil y veloz, tejido de nostalgia, viento y memoria.

Así comienza tu travesía.
Un viaje a través de cielos desgarrados y paisajes que respiran emoción.
Te enfrentarás a tormentas vivientes, ecos furiosos del caos climático.
Te cruzarás con espíritus del clima, entes errantes que han olvidado la danza del viento.
Y con cada vuelo, recordarás lo que significa pertenecer. Con cada ráfaga, estarás más cerca de sanar lo que fue roto.

"Vientos Alisios" no es solo un juego: es una carta de amor a la identidad, a la raíz, al acto sagrado de volver.

Final

Cuando todas las pruebas han sido superadas, cuando el último soplo de viento ha sido liberado, el cielo se abre como una herida que sana. Una luz dorada lo baña todo, cálida y serena.
Y en medio de esa calma, vuelve a aparecer Alisio, ahora más claro, más grande, más real.

Has volado no solo con alas, sino con recuerdos. Has despertado al viento con tu alma.

Tu forma de avión se disuelve lentamente. Ya no eres papel.
Ya no eres carne.

Eres viento.
Eres mensaje.

Un remolino suave te recoge y te eleva. Tu esencia viaja sobre el Atlántico, entre islas, riscos y cielos, llevando con ella un mensaje de unión, esperanza y renacimiento. Allí donde antes reinaba el silencio, ahora el viento canta.

Los alisios han vuelto.
La armonía ha sido restaurada.
Y tú, Tanausú…
te has convertido en la voz eterna del viento